PARTE II
BUSCANDO A ANTONIO MACADHO EN BAEZA
Carta I.
Alicante, miércoles,
20 de junio 2007
Estimado dos Antonio:
No sé qué me mueve esta vez a
escribirle, no lo sé, más que nada, creo
que es el recuerdo nostálgico de nuestra visita a Soria, el año pasado 2006,
como recodará usted por el epistolario póstumo que le dediqué, estuvimos
buscándole en Soria, con motivo del I Centenario de su llegada a la ciudad
chiquita y silvestre como una flor, y la verdad es que, entonces, encontré lo
que buscaba. Además tanto el Ayuntamiento como las autoridades soriano-castellanas
se han portada bien en este efeméride de su llega a Soria en 1907.
Ahora, en el verano del 2007,
me brota una acuciante necesidad de ponerle al día de cómo están los asuntos
machadianos en Baeza,
la Biatia de los romanos, donde vino
usted a llorar entre 1912 a 1919. ¿Recuerda que usted la llamó: «la ciudad
moruna» (CXVIII, v.1, 1913), o que era
«un pueblo húmedo y frío,/ destartalado y sombrío,/ entre andaluz y manchego/.
(CXXVIII, mayo 1914),
La bien atorreada y cercada
ciudad de Baeza renacentistas por el arráez
Audallamir de la que habla el más antiguo de los romances fronterizos
que es de 1368. Después de aquella
tragedia o catástrofe sentimental y
espiritual de la muerte de su esposa
Leonor al año de casados, usted pidió salir de Soria con toda urgencia,
alejarse del recuerdo como si esto fuera posible, solo la oración interior que
aconsejaba San Juan de
la Cruz, que también vivió aquí, es reconfortante para los espíritus
heridos. Evidentemente usted no era religioso, en cambio su poesía entra dentro de lo lírico-místico,
si cabe esta formulación. ¿O es que acaso ese Cántico espiritual entre el alma de Cristo y su esposo, cuando
escribe la silva: «¿Adónde te
escondiste,/Amado, y me dexaste con gemido?/ Como el ciervo huiste,/Habiéndome
herido./Salí tras ti clamando, y ya eras ido/». Que tiene similitudes
machadianas «Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano! /–Carne triste y espíritu
villano!/ No fue por una trágica amargura /este alma errante desgajada y rota;
purga un pecado ajeno: la cordura,/la terrible cordura del idiota» («Un loco».
Carta II
Viaje de Alicante a Baeza, 20
de junio 2007
Estimado don Antonio:
Salimos mi mujer y escudera
Julia Hidalgo y un servidor el 20 de junio desde Alicante, después de comer,
por la tarde y por la A-31, hasta Albacete, en Albacete tomamos dirección
Balazote, por la N-332; pasamos El Jardín con sus casas bajo la montaña; Robledo,
Puerto de los Picos, donde los pinos
verdes espesean. En la gasolinera y estación de servicio de Alcaraz repostamos,
pasamos por Puente de Géneve, sobre el río Guadalimar, Gutar hasta llegar al Santuario de la Fuensanta, ya en
Villanueva del Arzobispo e hicimos un alto y una visita al Santuario que estaba
abierto. Es del siglo XIII-XIV, hay unas
vidrieras donde podemos ver la imagen de San Juan de la Cruz, que estuvo por
estar tierras en el siglo XVI, se dice que dormía aquí durante sus visitas.
En Beas de Segura, Santa Teresa de
Jesús había fundado un convento, cuya priora fue Ana de Jesús. Tras la fuga de
San Juan de la Cruz de su prisión de Toledo y ocultación en casa de Pedro de
Toledo, San Juan es nombrado prior de la casa-convento de El Calvario, antigua ermita con una fuente en
medio de la nada, al sur de Beas de Segura,
cerca del Tranco, el sitio se llamaba Cerenzuela.
En convento de El Calvario, en el año 1577,
hacía ahora 430 años, compuso San Juan, esta maravilla lírica y mística:
con ansias en
amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada…
En el Santuario de la Fuensanta
pregunté a unos hombres por convento de El Calvario, y me respondió que no existía,
de él solamente queda un muro, y además la carretera era estrecha, demasiado
estrecha y sinuosa, dirección al Embalse del Tranco.
A la entrada del Santuario de la
Fuensanta podemos ver un cuadro donde se encuentra el Acta de la Coronación de
La Virgen 29 de septiembre de 1956, por
bula por el Papa Pío XII. También hay un poema del poeta José María Pemán y
Pemartín.
Después de nuestra visita al
santuario seguimos la carretera Nacional, pasamos por el desvió a Ifnatoraf,
pero no subimos, lo dejé para la vuelta. Se dice que en la Iglesia de Ifnatoraf
celebró misas San Juan de la Cruz, y allí en la sacristía se encuentra el cáliz
con el que celebró las misas. Por estas tierras de Ifnatoraf estuvo en 1933 el hispanista
Gerald Brenan y su mujer Gamel, cuando se estuvo documentando para su libro San Juan de la Cruz, editorial Laia, 1973 en colaboración con su secretaria Lynda
Nicholson.
Muchos años más tarde estuvo el
periodista granadino Antonio Ramos Espejo, entrevistando a al matrimonio que
vivía cerca del extinto convento de El Calvario.
Continuamos hacia Villacarrillo, Torreperegil, Úbeda y Baeza.
Así de memoria le diré que San Juan vivió por
estas tierras jienenses por unos ocho meses, al aire libre con una alimentación
exclusiva de pan, verduras y ensaladas, no se les permitía probar frutas. Un
novicio confesó haber cogido unas cerezas, y le castigaron severamente. Cuantos
más sacrificios hacían más grato era a Dios. Escribe Gerald Brenan en la página
25 de su libro San Juan de la Cruz, que:
Los hombres de aquel tiempo creían no sólo que
las cosas espirituales eran más importantes que las materiales, sino que
también las determinaban de un modo directo e inmediato. Por lo tanto, un
convento de frailes o de monjas, cuyos ocupantes se pasaban la vida ayunando y
orando, era considerado como una especie de central energética que irradiaba
sobre todo los alrededores.
Es decir, una especie de energía espiritual
que protegía o exorcizaba a distancia a los habitantes de los lugares contra
demonios, desventuras, infortunios, brujas o calamidades.
San Juan se convirtió en el confesor de las
monjas del convento de Beas de Segura, iba los sábados, y el domingo seguía con
ellas, se sentaba en una silla alta, que todavía se conserva, y las monjas se
arrodillaban a su pie. En junio de 1579 es nombrado rector del colegio
carmelita de Baeza, compró una casa y se trasladó con tres frailes. Baeza tenía
unas cincuenta mil almas, y Universidad
desde 1538 fundada por Juan de Ávila «Apóstol de Andalucía», para formar
a clérigos.
En este periodo hizo
dos visitas al convento de los descalzos de Caravaca (Murcia). Dos años y medio
estuvo en Baeza, que pasó a Granada como tercer definidor o prior de Los
Mártires, en las inmediaciones de la Alhambra los primeros días de 1582. Visitó
Segovia, y enfermó en el convento de La Peñuela donde hoy está la localidad de
La Carolina. Enfermó San Juan de fiebres
por la inflamación de un pie, acudió al prior de Úbeda fray Francisco
Crisóstomo, el enfermo empeoró a pesar de que el cirujano le abrió la herida.
Murió el 14 de diciembre de 1591, tenía 49 años. El cadáver se trasladó a
Segovia pero se quedó en Úbeda un pie y varios dedos.
Cervantes hizo referencias indirectas a este
suceso, además de que nombró a Baeza en El
Quijote I parte capítulo XIX. Que
veremos detalladamente más adelante.
Carta III
Hotel Baeza, 20 de junio 2007
Estimado
don Antonio
Llegamos por la tarde a Baeza a eso de la
20 horas, el Hotel Baeza Monumental situado en la calle Cuesta de Prieto nº 6,
por la Puerta de Úbeda donde está la escultura en honor a los doscientos
ballesteros de la Compañía del Señor de Santiago y el Centro de Interpretación
del Renacimiento. Ya estamos ese Baeza, pobre y señora; / Úbeda, reina y
gitana… que usted cantara
peyorativamente en «Viejas canciones». Publicadas en Nuevas Canciones (1917-1930).
No conserva Baeza los lugares emblemáticos
machadianos, como aquel Hotel llamado
Comercio, donde usted se hospedó a su llegada a mediados se octubre de 1912, no
se conserva la rebotica de Adolfo Almazán, en calle San Fernando, donde usted
se reuní en aquella tertulia a la que también asistía Leopoldo Urquía, director del
Instituto, y a la que asistían las fuerzas vivas baezanas, según Francisco
Escollano, eran: don Florentino Soria, don Mariano Ferrer, don José León, Don
Juan Martínez Poyatos, don Emilio Fernández del Rincón, y otros personajes.
En esta calle San Fernando se
encuentra el mercado de Abastos con su arcada renacentista, es un mercado
pequeño, que debería ser ampliado, justo al lado se encuentra la chiquita iglesia de la
Concepción, donde en su porche se encuentra un azulejo de la Virgen de Alcázar,
patrona de Úbeda. Es que tengo que decirle que Úbeda y Baeza están hermanadas
por una historia común, aunque Baeza, es
más antigua.
Baeza está situada a 48 kilómetros
de Jaén, en la Bayyasa musulmana, ya existió como pequeño núcleo romano:
Vivatia o Biatia. El señor de Baeza fue Abd Alláh al-Bayas. En el s. XVI tanto Úbeda como Baeza acogerán
a los mejores artistas del momento como Andrés de Vandelvira, Diego de Siloé,
Luis de Vega, Juan Bautista Villalpando, Esteban Jamete, Ginés Martínez de
Aranda…
A grandes
rasgos la Historia de
Baeza la podemos leer en varios portales de Internet, porque no sé
si le he dicho que la enciclopedia omnipotente del mundo es Internet, donde
está todo lo humanamente posible. Úbeda tiene el eslogan siguiente: Úbeda el
Renacimiento al sur. Las primera referencias escritas de Úbeda
o Idubeda se documentan en la ofensiva del rey Alfonso VIII, realizando
tanto él, como la orden de Calatrava, frecuentes incursiones por el Alto
Guadalquivir, hasta que fueron frenados por la victoria del califa almohade Abu
Yusuf Ya'cub en Alarcos en 1195. Las incursiones castellanas en esta región se
reiniciaron en 1210 hasta culminar en la batalla de las Navas de Tolosa, 1212
donde fueron derrotados los musulmanes.
La frase: «Irse por los cerros de Úbeda»,
ya fue recogida en Tesoro de la
Lengua Castellana, de Covarrubias (1611). Equivale a otras
expresiones coloquiales como irse por las ramas o irse por la tangente. Todas
ellas significan: divagar, alejarse del tema central de la conversación,
disgregar el discurso con argumentos innecesarios o que no guardan relación.
Pero el verdadero momento dorado de las dos ciudades hermanas fue sin duda el
Renacimiento. Hoy, están declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2003. Para conocer y situarse en
Baeza nada mejor que el artículo: «Baeza: una
ciudad la para Humanidad que se puede leer en el blog «Todo Baeza».
No es
difícil recuperar la memoria de su estancia en Baeza, gracia a los libros de
Ian Gibson, sobre tu biografía, Ligero de
equipaje. Otros libros hablan de su estancia en Baeza como el de Alberto
Puig Palau, de 1967, o de Antonio Chicharro Chamorro de 1992.
Después del reconfortante éxito de su Campos de Castilla en Renacimiento de
1912, y residiendo en Baeza publicó usted: Páginas
escogidas, Madrid, Calleja, 1917; Poseías
completas, Madrid, Residencia de Estudiantes, 1917; Soledades, Galerías y otros poemas (segunda edición),
Madrid-Barcelona, Calpe (Colección Universal, nº 27, 1919.
Usted
lamentó a su llegada a Baeza que no
había ni un solo periódico local, sin embargo el 11 de febrero de 1914, sale el
primer número de Idea Nueva.
Semanario reformista, dirigido el emprendedor baezano José Cejudo Vargas, nació
a los mejores intereses de la ciudad, que solo resistió dos años y medio de
vida. Lamentablemente no se conserva la
colección completa, falta números.
La
cuestión es que su estancia en Baeza fue deprimente, como se llama hoy a la
tristeza, y usted escribiría a Juan Ramón Jiménez: «Llevo ocho años de
destierro y ya me pesa esta vida provinciana en que acaba uno por devorarse así
mismo…».
No
hemos de considerar a Baeza como el resultado de sus desdichas, no era más que el reflejo de aquella sociedad
caciquil de primero del siglo XX en toda
España. Una España atrasada contra la que los intelectuales lucha por
modernizarla, de aquí nace la idea en los años 20 al 30 de un cambio radical, de una II República, que no es más ni menos
que el resultado del anquilosamiento de la monarquía, de la iglesia y la
sociedad de clases, caciquil propia de la época.
Aprovechando las nuevas tecnologías quiero
que este trabajo sea multimedia., es decir, como ampliación suplementaria gracias
a enlaces de Internet. Su Poesía completa se pueden leer en el portal Wikisource.
Al
final me he permitido hacer una recopilación cronológica de sus años en Baeza.
Yo creo que Úbeda y Baeza se podrían llamarse: «Ubadeza», por la fusión de los
dos nombres.
Por ello, aquí en Baeza nuevamente, nos
mueve le placer del viaje y de la investigación literaria. Cambiar los Picos de
Urbión o Tierras del Alvargonzález
por la Sierra de
Cazorla, que según usted denominaría «Mariposas de la sierra», ,
número CXLII, de Poesía Completas, (28
de mayo 1915)
Recordemos que usted llegó a Baeza destrozado, no era para
menos, el recuerdo de Leonor le perseguía como un fantasma, le obsesiona no
sabe muy bien cómo seguir adelante. Es otoño y el invierno debió ser frío:
Tiene
Cazorla nieve,
y Mágina, tormenta.
su
montera, Azniatín. Hacia Granada,
montes con sol, montes de
sol y piedra.
(CXXXIX, noviembre de 1913).
Está usted que se vuelve loco como lo
demuestran los poemas creados en los primeros años de Baeza, como en la estrofa:
«Es un tarde mustia y desabrida/ de un otoño sin frutos, en la tierra/ estéril
y rauda/ donde la sombra de un centauro yerra», en (Un Loco), publicado en El porvenir castellano, el 27.I.1913. El poema «A un olmo seco» se
compuso en Baeza y se publica en el mismo periódico el 20-II-1913. El poema «El
dios ibero» en esas explicaciones al Todopoderoso: «Este que insulta a Dios en
los altares,/ no más atento al ceño del destino,/ también soñó caminos en los
mares…», publicado también en el porvenir en mayo de 1913. El mar representa lo
indistinto, donde se sepulta todo lo perpetuo. Otro estremecedor poema es el CXIX “Señor, ya me arrancaste lo que yo
más quería./Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar».
Continúa publicando en la revista Lectura y escribe con tristeza
persistente a su amigo José María Palacio en Soria, a quien pregunta en un
poema:
Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
Viendo y a las ramas de los chopos
del río a y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¿pero es tan bella y dulce cuando llega!...
¿Tiene los viejos olmos
algunas hojas nuevas?...
(El
Porvenir Castellano, 8.V-1916)
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