sábado, 7 de mayo de 2016

ÁNGEL CAFFARENA. SUS AÑOS ALICANTINOS

ÁNGEL CAFFARENA. SUS AÑOS ALICANTINOS

 

                                                         Por Gaspar Peral Baeza




 
     El poeta y editor malagueño Ángel Caffarena Such pasó unos diez años de su existencia en Alicante (1967-1977).  El motivo de su venida a esta ciudad  no respondió a ninguna de las dos características personales aludidas de poeta y editor. Fue su condición de funcionario la que marcó su destino. Vino a hacerse cargo de la dirección  provincial de un organismo relacionado con el trigo.
          Ángel Caffarena nació en Málaga  el 16 de octubre de 1914. Su biografía es conocida. Razón por la cual solamente aludiremos a tres circunstancias. Primera: su vinculación con Málaga de la que fue su Cronista Oficial, y, también, de su Provincia.  Segunda: su estrecha relación con la  famosa revista “Litoral”, fundada por su tío, el poeta Emilio Prados Such, y el también poeta Manuel Altolaguirre,  considerada como la revista de la generación del 27, a la que Ángel Caffarena prefería denominar generación de “Litoral”. Y tercera: era propietario, desde 1956, de la Librería Anticuaria El Guadalhorce  y, desde 1960, editor de una serie de colecciones muy importantes de libros (a significar tres de ellas dedicadas a sus tres hijas, “Cuadernos de Mª Isabel”, “Cuadernos de Mª Cristina” y “Cuadernos de Mª José”). Libros apreciadísimos, de tiradas reducidas, impresos en “Sur”, si bien en el Colofón se puntualizaba “hoy Dardo” -una muestra de su irreprimible querencia a la imprenta de “Litoral”, corroborado, además, con el título de otra de sus espléndidas colecciones, “Cuadernos del Sur”-,  numerados a mano, algunos con sello notarial. Falleció tras penosa enfermedad. Recibió sepultura en el cementerio de San Gabriel, de Málaga, el jueves 26 de febrero de 1998. Tenía, pues, 84 años.
     No sólo obviamos sus títulos académicos y honoríficos o aspectos personales o familiares sino que, asimismo, hemos de optar por silenciar su obra poética, literaria o cronística malagueña, destacada y prolífica. Excede el propósito de estas líneas. Baste exponer que el poeta Vicente Aleixandre, sevillano, que pasó su infancia en Málaga, su “ciudad del paraíso”, Premio Nobel de Literatura 1977, dijo que Ángel Caffarena era “Creador de una Málaga impresa que tiene sonido y luz”.
     Tras su llegada a Alicante no tardó Ángel Caffarena en relacionarse con el mundo ciudadano de la cultura, granjeándose numerosas amistades entre escritores, poetas, pintores, coleccionistas de arte, bibliófilos o simples aficionados a cualquier manifestación artística. Era proverbial su simpatía, generosidad -rayana en la esplendidez- y su entrega, como editor, a quienes consideraba que debía apoyar en sus inquietudes literarias, por encima del nombre, calidad o tema, ya que con frecuencia manifestaba que su misión no era juzgar sino dar a conocer.
    Tuvo el detalle de hacer constar en la mayoría de las publicaciones de la Librería Anticuaria El Guadalhorce, relacionadas con Alicante, que estaban editadas en Alicante-Málaga, manteniendo la impronta  de sus ediciones: cubierta crema, caracteres en negro y rojo el título, con una  viñeta o dibujo.
     Libros escritos por él en Alicante se pueden citar los siguientes: Cosas de Alicante (1972), Manolo Baeza, en la plástica alicantina (1973), Hierros de Pepe Belmonte (1973), Ante un cuadro de Antonio Lago (1973), El dibujo en la obra de Xavier Soler (1974), Los murales de Gastón Castelló (1974), Joaquín Peinado: la poesía en la pintura, con un poema de Amelia Hurtado (1974), María Dolores Andreo, con un poema de Salvador Pérez Valiente (1975), Martínez Gamarra. Una aventura  plástica, con un soneto de Manuel Molina, un poema de Rafael Pérez Estrada y otro del mismo Ángel Caffarena (1976), y  Pérezgil con la colaboración especial de Rafael Azuar, Joaquín Mas Nieves, Vicente Mojica y Eduardo Trives (1977). Lista no exhaustiva.  Habrá más obra, probablemente.
     En los años setenta se inauguraron varias galerías de arte en Alicante. En una de ellas se involucró Ángel Caffarena. Se denominó “Litoral”, como no podía ser menos. Estaba en la calle de Castaños, nº 14, 1º. Le acompañaron en aquella aventura, que duró doce años, sus amigos Paco Llobregat, propietario de una papelería-imprenta y el novelista Manolo Girón. De las exposiciones en esta Galería de Arte recordamos, por motivaciones personales, las exposiciones de dos admiradas pintoras, la alcoyana  Polín Laporta y  la danesa Henriette Heine, y la del pintor “naif” alicantino Mario Martínez García de Gamarra.
      A sus competidores y, sin embargo, amigos, Gonzalo Fortea y Francisco Pastor,  de la galería “Italia”, también literatos, les publicó Ángel Caffarena. Que sepamos, al primero: Cuento de Navidad  (1971), Mi primer contacto con el millonario, con ilustraciones de Vento (1972), Tres historias de ciencia ficción, con dibujos de Brinkman (1974), y el programa de su obra teatral Le diré que a las flores las traen las cigüeñas, con nueve dibujos-viñetas de José Vento (Teatro Principal, Alicante, 7 junio 1973). Y al segundo: La distancia más corta: poema, con prólogo de José Hierro y dibujos de Baltasar Lobo (1979).
     Otros alicantinos gozaron, también,  de la munificencia editorial de Ángel Caffarena. Así: el poeta Manuel Molina  La belleza y el fuego (1972) y Versos de la vida (1977) y otro libro, en prosa, que por su temática se citará después. Los también poetas Vicente Mojica Detrás de las  palabras (1973) y Árbol de mi sombra  (1976), Alfredo Gómez Gil 24 poemas de nieve (1971) y Entre fetiches y amuletos (1974), José Luis de la Vega Galiana Poemas de amor (1971) y Consuelo Jiménez de Cisneros Baudín Dos poemas (1974). El narrador Manuel Girón El accidente (1975). El reportero  Emilio Chipont Hombres, emociones y paisajes (vol. I, 1976, y vol. II, 1977). Y el ex-alcalde alicantino, con libros en su haber, Agatángelo Soler Llorca María la plorona (1973). No se duda que haya errores u omisiones involuntarias en esta relación.
     Ángel Caffarena  tuvo una plena identificación y entrega hacia el poeta de Orihuela Miguel Hernández. Escribió en el diario malagueño “Sur” los artículos “Recuerdo de Miguel Hernández” (1 diciembre 1967) y “Presencia alicantino-andaluza en la poética de Miguel Hernández” (marzo 1968) que reproduce en su libro Cosas de Alicante antes citado, en el capítulo “La poesía: Miguel Hernández”. Como es harto sabido la revista “Litoral” dejó de publicarse el año 1929 así como que fue resucitada en la señalada fecha de mayo de 1968 por  Manuel Gallego Morell y José Mª Amado y Arniches. En su nº 61-62-63, 7 de noviembre de 1976, monográfico de “La poesía en la cárcel” donde Miguel Hernández ocupa lás páginas 176-183, se reconoce que intervino y colaboró Ángel Caffarena. Y también lo hizo, de una manera decisiva y fundamental, en el nº 73-74-75, 8 de febrero de 1978, exclusivamente dedicado al poeta oriolano, “Vida y muerte de Miguel Hernández”. En su Introducción Ángel Caffarena escribe: “Acabo de pasar diez años en Alicante, década que, tal vez, sea la más grata y fructífera de mi ya larga vida. Al menos este período me marcó con huella indeleble enriqueciendo mi caudal (grande o pequeño) de vivencias, reflejadas, como es lógico, en la buena o mala obra editora o literaria que desde allí realicé (...) Hoy, ya de nuevo en Málaga y como feliz remate de estos dos lustros, me toca (...) presentar este número de LITORAL que, fraguado en Alicante (...) la inmensa mayoría  de los que colaboran en él son alicantinos, y nosotros quisiéramos  que como alicantino se tuviese. (...) que si se imprime en Málaga, tiene su verdadera nacencia en Alicante, tierra natal del poeta que hoy  emocionadamente recordamos (...). Conocí a Miguel, siendo yo estudiante de Filosofía y Letras en Madrid (...)”. Ángel Caffarena es también el autor de la recopilación de la breve antología de Miguel Hernández que se incluye en ese número triple de la revista malagueña. José Mª Amado, su editor, en  la página 229, escribe dirigiéndose a Miguel Hernández: “Este homenaje que te  dedica “Litoral” parte desde tus tierras de Levante (...) Ángel Caffarena, motor de este “Litoral” que representa tu homenaje (...)”. Y lo reitera en otras páginas y en el Colofón.
     La difusión de la vida y obra de Miguel Hernández también  se enmarca en la tarea editora de Ángel Caffarena. Basta con señalar los libros siguientes: José Gerardo Manrique de Lara, Homenaje a Miguel Hernández (1967), Manuel Molina, Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela (1969), Rosa Mª Serrano Puig, Apuntes para un estudio del gongorismo poético de Miguel Hernández (1972), y José Mª Balcells, Márgenes de la curiosidad, que incluye los trabajos que se titulan  “Para una poética hernandiana: un texto olvidado”, “Consideraciones a unas variantes de Miguel Hernández” y “Estructuras correlativas de Miguel Hernández” (1974).
     Ángel Caffarena fue muy amigo de sus amigos alicantinos. Propaló sus nombres en sus ediciones forjadas en Alicante. Y amó a la ciudad que le acogió y se sintió integrado en ella. En las notas introductorias de sus libros lo manifiesta, como, por ejemplo, en Los murales de Gastón Castelló: “A mi llegada a Alicante donde, dicho sea de paso, encontré el más amplio espíritu acogedor que pudiera imaginarse, tanto que hoy, tras una ya larga estancia en esta tierra, prácticamente me considero y, lo que es más importante, me consideran, como un alicantino más, dediqué mi insaciable curiosidad por todo cuanto a actividad cultural se refiere, al conocimiento mediante el estudio de todos los amplios valores espirituales que aquí se encierran.”
      A Alicante le dedicó su libro antes citado, Cosas de Alicante, sus versos, sus posters (entre los que se cita el de la típica fiesta malagueña de Los Verdiales, 1968, en el “que obsequia a sus íntimos de Alicante, buscando una mayor unión, si cabe, entre estas tierras hermanas”, sus grabados (como el del plano antiguo de Alicante donde “pretende expresar a sus íntimos de estas entrañables tierras, siquiera sea un poco de la inmensa gratitud que siente por la cordialidad y afecto con que fue recibido) y sus pliegos (tal la reproducción del pliego poético gótico “Coplas fechas sobre la plematica del pan...”, entrega “cuidada y dirigida por Ángel Caffarena Such, Jefe Provincial del Servicio Nacional de Cereales en Alicante y mercader de libros”.
           A muchos alicantinos les hizo el regalo de sus publicaciones y el privilegio y gozo de su amistad. El que esto escribe lo certifica: fue uno de ellos. El gran corazón de Ángel Caffarena, que ya se le rebelaba en estas tierras, le llevó a dedicar uno de los capítulos de su repetidamente citado libro Cosas de Alicante, el titulado “El Instituto de Estudios Alicantinos”, a quien firma esta deshilvanada e incompleta semblanza. Un gesto y detalle que  éste no podrá olvidar nunca.

             
                                                                               Publicado en la revista  PERITO (Literario-Artístico) número 5

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