sábado, 7 de mayo de 2016

Azorín y Antonio Machado con Castilla al fondo.




AZORÍN Y MACHADO CON CASTILLA AL FONDO


                     Por Ramón Fernández Palmeral










   Presentación



   
     El  próximo año 2007 se cumplirán  los 40 años de la muerte de Azorín y el  I Centenario de la llegada de Antonio Machado a Soria, lo cual me brinda la oportunidad de exponer estos apuntes  para conmemorar  esta importante efeméride literaria. He realizado un corto viaje a la breve ciudad de Leonor donde he  buscado a Machado en Soria, y donde he querido respirar el sobrio ambiente castellano en sus gentes y en las plácidas  riberas de San Saturio y los  claustros de san Juan del Duero.  Esta Castilla nueva, antes le llamaban la Vieja, que según Azorín era «el fondo de la raza, lo que no pasa, lo que perdura», sin embargo, siendo un lugar vetado a los medios de comunicación nacional, porque nunca pasa nada, Gracias a Dios,  un lugar con alma propia, he querido comprobarlo por mí mismo y he aquí lo que he conseguido pergeñar, unos trazos para relacionar a dos figuras máximas de nuestras letras del siglo XX, integrantes de pleno derecho en esa  ya mítica "Generación del 98", del desastre y del desengaño.
    Tanto Azorín como Machado, maestros ambos de la estilística más depurada del lenguaje, han  influido considerablemente en muchos prosistas y poetas posteriores, porque marcaron una estética y un modo de decir, lo que ha supuesto un logro y un reconocimiento, inequívocamente admirable y académico.    Comparando ambas biografías vemos que son contemporáneos, e  incluso, muestran semejanzas  en  el estilo: Azorín (José Martínez Ruiz) nació el 8 de junio de 1873, Antonio Machado el 26 de julio de 1875. Azorín fue académico en el año 1924, Machado en 1927 (recomendado por los académicos Azorín, Ricardo León y Palacio Valdés). La llegada de la guerra civil les separó para siempre, Azorín salió de España en octubre de 1936 hacia París, y Machado se quedó al lado de la República en Valencia. Azorín  murió en Madrid el 2 de marzo de 1967, a los 93 años, y Machado en el exilio en Colliure (Francia), el 22 de febrero de 1939, a los 64 años. En 1912 salen a la luz Castilla de Azorín y Campos de Castilla de Machado.
 
   Ahora me pregunto. ¿Pero cuáles fueron las relaciones reales entre Azorín y Machado?, para ello he buscado  notas dispersas en los libros y en artículos, la verdad es que no hay mucho donde elegir, porque en realidad no hubo una amistad personal entre estas dos columnas de Castilla y lo castellano, sino una relación no más allá de lo cordial y admiración recíproca, que como en un cuadro tienen a Castilla al fondo. Este amor por Castilla es el punto de flexión o lazos que les unían, una Castilla, según ellos pura, origen de la raza, inmutable, con un paisaje miserable, de pueblos  abandonados y polvorientos caminos, escasa vegetación de álamos y olmos en las riberas del Duero y de trasfondo una figura mítica de nuestras letras, la de Don Quijote caballero andante, asiduo a las ventas y misterioso, porque de un lugar como  La Mancha-Castilla inhóspitos e incultos planos, antaño, de la nada, se creó un milagro literario, pilar de las letras universales, o el molino de los libros. Razón por la cual los de la Generación del 98 (Unamuno, Maeztu, Azorín, Valle Inclán, Machado) intentan recuperar la dignidad de los españoles volviendo a los orígenes de nuestra historia y letras, que es la recia e inmutable Castilla y lo castellano, románico, templarios, reconquistas...
    Después del Desastre del 98 y pérdida de las colonias  de Filipinas y Cuba revalorizan el paisaje castellano y sus tradiciones, su lenguaje castiza y dichos espontáneo. Recorren caminos, pueblos en las dos mesetas escribiendo libros de viajes y resucitando y estudiando los mitos literarios españoles y el romancero donde se hallan las leyendas de Rolando, de Roncesvalles y los romances de moriscos. Los del 98 tratan de hacer la nueva reconquista con la pluma.  Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios para ellos anquilosados en el romanticismo tardío y el realismo, creando nuevas formas de decir y de pensar. Descubren el Impresionismo y el Expresionismo, hasta el esperpento de las novelas de Valle-Inclán.  En la narrativa no importa el argumento, importa el modo, el estilo, la nivola unamuniana, la novela impresionista y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el tiempo, y hace vivir al mismo personaje en varias épocas. La Voluntad (1902) es una metanovela. Sienten especial debilidad por Gonzalo de Berceo, Jorge Manrique, Cervantes,  Quevedo y Góngora. Buscan estos escritores y poetas la esencia y el alma española, los valores de la patria y la raíz de los problemas presentes para buscar soluciones.
   Antonio Machado inició la poesía española contemporánea mezclando la seriedad reflexiva, la profunda meditación temporal y motivos cívicos con el simbolismo, que gira en torno a tres temas principales: la intimidad del poeta (añoranzas), el paisaje o mundo exterior a él (medio donde habita) y su amor por Leonor, su musa, muerta a los dos años de casarse. Son poesías de dolor, de recuerdos, añoranzas y ensoñaciones de un mundo que fue mejor. Influyó en poetas posteriores, entre ellos en Miguel Hernández, como escribe  Francisco Esteve que entre los libros que componían la escasa biblioteca de Miguel, encontraron un ejemplar de Soledades. Galerías. Otros poemas, edición de 1917. Y este epígono llama a Antonio Machado en su poema «Llamo a los poetas» para su libro El hombre acecha 1939, aunque no editado hasta 1981 por la Casona de Tudanca.
    Azorín no era poeta en sí como lo entendemos con las palabras en verso, era poeta de la palabra en prosa, como escribe Pedro Ignacio López García «…se trata de su caso […] de un intento, casi místico, de hacer “poesía Pura” en prosa» (Azorín, poeta puro, p.17, 2005). Expresionista positivo,   impresionista como los pintores plásticos, hizo admirables descripciones de personajes, cantó con sensibilidad impresionista a la serena Castilla y a sus gentes. Renovador de la palabra.  Sintió profundamente los problemas de España y centró su atención en Castilla: sus pueblos, sus hombres, sus paisajes y su pasado histórico y literario.  Es capaz de percibir los más mínimos e insólitos detalles de la realidad, conseguidos con las descripciones verdaderos alardes y visiones  nunca antes sentidas. Se vale de una técnica impresionista muy cercana a la utilizada por la pintura o las imágenes del cine. Además Azorín como crítico literario se relacionó tanto con poetas de los llamados “poesía pura” Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén y Pedro Salinas, como poetas del 27 Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Manuel Altolaguirre, Federico García Lorca y el malagueño Moreno Villa, como con escritores.  Y con los franceses, conoció a  Marcel Proust en 1925, admiró a Paul Valéry, a Baudelaire y a Verlaine.




                                                  
                                                                    LA RELACIÓN ESPISTOLAR

    Nos encontramos con una escasa o casi nula relación epistolar (como veremos seguidamente) y envío de ejemplares dedicados como una muestra de cortesía. No conocemos fotografías de ellos juntos. La balanza de la intensidad epistolar cae a favor de Machado. Azorín escribió una crítica positiva en "El paisaje en la poesía" y le dedicó un libro Un pueblecito: Riofrío de Ávila.
    Habían colaborado en la revista Electra, y firmaron  la protesta ante el homenaje a Echegaray de 1905. La revista madrileña semanal Electra, que debe su nombre a un clamoroso éxito del estreno de esta obra de Pérez Galdós en Madrid, su primer número salió el 16 de marzo de 1901, en el que se encontraba como secretario su hermano  Manuel Machado. Aquí publicó Antonio en la sección "Los poetas de hoy"  sus dos primeros poemas: "Desde la boca de un dragón" y "Siempre que sale el alma de la oscura".
      Escriben José Ferrándiz y José Payá:
    «Los dos formaron parte de una de las comisiones que en 1923 se crearon para dedicar un monumento a Rubén Darío, proyecto que no llegó a consumarse pero que tuvo cierta repercusión en la revista España, sobre todo al atacar Juan Ramón Jiménez a algunos miembros de una de las comisiones, dando pie a que Azorín se retirara de la que formaba parte y a que Machado anunciara, poco después, que la dimisión de Azorín implicaba la suya». (“Machado y Azorín. Trasfondo literario y político de sus relaciones» Azorín la cara del intelectual. Entre el periodismo y la política, 2001, p.185).
     Ramón Sánchez Díaz, aseguraba en el nº 5 de Electra que éste era un periódico batallador y reformador. José Martínez Ruiz, que aún no era Azorín, era uno de los más belicosos por su anarquismo de ideas, escribirá  "La España católica" número 6; "La religión", número 9.



                                                                           De Machado a Azorín:
   En la Casa-Museo de Azorín en Monóvar (patrocinada por la CAM de Alicante) se encuentran los libros dedicados por Machado a Azorín, en cambio, no  está Campos de Castilla, tampoco la carta de 1916. Veámoslo detalladamente:

   a) Los primeros guiños de ofrecimiento de una amistad comienzan por iniciativa de Antonio Machado que le envía su libro Soledades. Galerías. Otros Poemas (1907), dedicado: “Al pequeño filósofo Azorín, en muestra de admiración y simpatía, Firmado Antonio Machado. Enviado desde Burgos, el 1 de noviembre de 1907. Durante la etapa soriana (1907-1912)  no hay correspondencia. En estos años de primeros del s. XX, Azorín es un escritor, periodista y crítico de prestigio que escribe crítica literaria en la prensa nacional, sobre todo en ABC, Diario de Barcelona..., reconocido y de gran influencia en los medios; en cambio, Machado, en esos años era poeta tardío que comenzaba a darse a conocer, por ello buscaba el amparo de los escritores reconocidos, como es práctica usual por todo aquel que quiera darse a conocer. Por ello le dirá de Azorín en su dedicatoria, como no puede ser menos, que siente “admiración y simpatía”, ante cuyos elogios el maestro responderá en 1913 con «El paisaje en la poesía».  También mantenía Machado correspondencia con  Unamuno y con Juan Ramón Jiménez.
  b) La segunda carta o nota biográfica  será en  1913, cuando Machado escribirá una autobiografía  para el proyecto de antología de Azorín, posiblemente a petición de Azorín, quizás para animarle tras quedar viudo de Leonor el 1 de agosto de 1912, en su retiro de Baeza.  ¿Dónde está esa carta de petición de reseña autobiográfica a Machado, y la antología prometida?   La  nota biografía de Machado a Azorín fue publicada por Francisco Vega Díaz, en Papeles de Son Armadans, XIV, liv, 160 [1965] pág. 49-99):
    «Nací  en Sevilla el año 1875 en el palacio de las Dueñas. Anoto este detalle no por lo que tenga de señorías (el tal palacio estaba en aquella sazón alquilado a varias familias modestas), sino por la huella que en mi espíritu ha dejado la interior arquitectura de ese viejo caserón. En mi próximo libro hablo de él, sin más datos que mis recuerdos infantiles…».

       Observemos que Campos de Castilla se publica en la primavera de 1912 (posiblemente a finales de abril, antes de lo que creía, según Geoffrey Ribbans, según la nota 1 de su edición en Cátedra nº 10),  y que, a finales de ese mismo año aparecerá  Castilla, colección de artículos publicados en prensa de Azorín. Evidentemente estas coincidencias en el tiempo histórico les relacionarán a partir de 1912. Ambas obras coinciden en realzar los valores del «alma de Castilla» en un intento de recuperar la España ideal de las tradiciones más puras que espiritualmente habían ensalzado los del 98. Tras la publicación de Castilla por Azorín a finales de 1912, Machado siente que “ha removido su espíritu hondamente”, escribe a Juan Ramón Jiménez. Y escribirá el poema «Al maestro Azorín por su libro Castilla», ya en su retiro andaluz de Baeza, que publicaría en Páginas escogidas (1917), y que aparece en ediciones posteriores de Campos de Castilla.   En este poema Machado recrea una escena imitando el estilo azoriniano en la venta de Cidones situada en la carretera entre Soria y Burgos, con un caballero escritor «enlutado, la mano en la mejilla, medita ensimismado», que espera que llegue el coche que es el correo que llevará a otro pueblo al viajero. Leamos parte del poema titulado "Al maestro Azorín por su libro Castilla" en la escena que he mencionado. Según Ian Gibson, (pág.294), "...y dos semanas después, en Soria, lo publica  José María Palacio en El Porvenir Castellano". 

  La venta de Cidones está en la carretera
           que va de Soria a Burgos. Leonarda, la ventera,
que llaman la Ruipérez, es una viejecita
      que aviva el fuego donde borbolla la marmita.

Ruipérez, el ventero, un viejo diminuto
              -bajo las cejas grises, dos ojos de hombre astuto-,
contempla silencioso la lumbre del hogar.

Se oye la marmita al fuego borbollar.

       Sentado ante una mesa de pino, un caballero
      escribe. Cuando moja la pluma en el tintero,
        dos ojos tristes lucen en un semblante enjuto...
                                                              CXVII (Campos de Castilla, p.175, 1995).
     Recordemos que Machado visitó el pueblo de Cidones (Soria) camino de Viruesa y Covaleda cuando fue a visitar en los Picos de Urbión el nacimiento del río Duero en octubre de 1910, que le inspiró para escribir “Las tierras de Alvargonzález”.  
      En noviembre de  1913 se organiza  un homenaje a Azorín en Aranjuez. Machado no puede o no quiso asistir y le escribe un poema titulado «Desde mi rincón» (Este rincón se refiere Machado a Baeza, donde desolado no quería salir, según le indicó a Martín Sierra, editor de Renacimiento), con la cita “Elogios. Al libro Castilla, del maestro “Azorín” con moitivo del mismo, 100 versos. Los últimos versos dicen:
                             ¡Oh, tú “Azorín”, que de la mar de Ulises
 viniste al ancho llano
                               en donde el gran Quijote, el buen Quijano,
                    soñó con Esplandianes y Amadises;
                            buen “ Azorín”, por adopción manchego…

     Posiblemente este verso estuviera inspirado en el libro La ruta de don Quijote que Azorín escribiera en 1905 con motivo del III Centenario de la publicación de la primera parte El Quijote, aunque no sabía que años después sería uno de los cervantistas o cervantófilos más fecundos y reconocidos.
     c) En tercer lugar sería el artículo que Antonio Machado publica en El Porvenir Castellano de Soria, el 22 de julio de 1912, cuyo texto completo se encuesta recogido en Prosas dispersas, pp.298-300, de Jordi Doménech, al que hace referencia el profesor Miguel Ángel Lozano Marco en su trabajo "El cristal y el espejo. Azorín visto por Antonio Machado", Hoy es siempre todavía. Curso Internacional sobre Antonio Machado, Córdoba, 17-11 de noviembre 2005, coordinador Jordi Doménech. Ayuntamiento de Córdoba, Renacimiento, Sevilla, 2006, donde escribe Miguel Ángel Lozano:
     Entre los párrafos de ese artículo destaca una frase concisa y de largo alcance; una de esas definiciones sintéticas en las que Antonio Machado sabe condensar un contenido capaz de suscitar una amplia reflexión: "Azorín es el más sutil de nuestros escritores contemporáneos. Su estilo es invisible, como un cristal de absoluta transparencia cuando no se convierte en un espejo mágico y encantado" [...] porque la relación y entre el cristal y el espejo aparece inmediatamente el lector como imagen de significación relevante...(p.233. Hoy es siempre todavía. Sevilla 2006).
     
    d)La cuarta misiva será una carta a Azorín en 1916 –la única que se conoce entre ellos–  agradeciéndole que le dedicara el libro Un pueblecito (Riofrío de Ávila) en la que sorprende que el poeta se enterara por un tercero.
     e)En quinto lugar le remitió un ejemplar de la edición de Poesías escogidas de 1917.  Desde Segovia, Antonio Machado remitió a Azorín en 1928 un ejemplar de la edición de ese año de sus Poesías completas con una escueta dedicatoria: "Al gran Azorín, con la admiración y afecto de Antonio Machado". La dedicatoria de un libro es, a menudo, una oportunidad para redactar un cumplido, y aparentemente, éste, firmado el 4 de abril, podría ser un autógrafo más entre dos escritores.
    f)También le dedicó a Azorín el soneto «Azorín» en el apartado CLXIV titulado Glosando a Ronsard y otras rimas, del libro Nuevas canciones (1917-1930), cuyos primeros versos dice: La roja tierra del trigal de fuego/ y del habar florido la fragancia / y el lindo cáliz de azafrán manchego…
   





                                                                              De Azorín a Machado:
        Tras la publicación de Campos de Castilla, Azorín se hizo eco en ABC.
      -Azorín comenta sobre los poemas de Campo de Castilla en «El paisaje en la poesía». ABC, 2-VII-1912.  Donde escribe: “Antonio Machado acaba de publicar un nuevo libro de versos: Campos de Castilla. Una colección de paisajes castellanos con la poesía reciente de Machado. El paisaje adquiere su plenitud, su cabal desenvolvimiento en el nuevo libro del poeta[…] Antonio Machado pertenece a un grupo de poetas venidos al arte en estos últimos años. No es este el momento de estudiar la labor de dicho lírico…»  (Castilla, p.307-312. 1995)

      -Azorín le dedicó a Antonio Machado su libro Un pueblecito: Riofrío de Ávila (1916). Es la visión que tiene un párroco del pueblo.  Que ya es mucha atención. En cuanto Machado se entera le manda una carta agradeciéndoselo.
         Opina César Pérez Gracia en su artículo «La novela dieciochesca en Azorín», en la revista "Cuenta y razón del pensamiento actual, nº 134, 2004, pp.45-48):
en
      «En todo caso, tengo para mí que acaso esta curiosa novela es el libro más redondo y profundo de Azorín. Jacinto Bejarano es el héroe desterrado de Un pueblecito: Riofrío de Ávila, 1916. Ortega tuvo el excelente olfato de ver al trasluz de la biografía de Bejarano —sensual como Montaigne—, la silueta autobiográfica del propio autor. La gracia o enjundia del volumen reside en su juego de planos narrativos, de siglos en escorzo. El Madrid dieciochesco de Bejarano, con sus tertulias de Moratín y Jovellanos, y el Madrid alfonsino de Azorín, con las tertulias de Ortega y Baroja, de Valle-Inclán y Gómez de la Serna».

      De momento no tenemos otras dedicatorias o posibles cartas de Azorín a Machado, pero estos guiños del maestro de Monóvar son suficientes como para culminar y llevar de la mano a cualquier poeta hasta el mismísimo Parnaso.

     Azorín nombra dos veces a Soria en su libro Castilla, en el capítulo «En la Meseta» (p.295-299. 1995) cuando está en la sala o habitación de la posada lee un libro titulado: Vida pastoril por don Manuel del Río, vecino de carrascosa, provincia de Soria, ganadero trashumante, y hermano del honrado Concejo de la Mestas. (p. 296 y 298, Castilla). Este libro es de 1828, su autor es don Manuel del Río Alcalde, nacido en Carrascosa de la Sierra en 1757, renombrado ganadero  perteneciente al Real Concejo de la Mesta, como se confirma en el citado libro. Se ha vuelto a editar en Almazán (Soria) con  Introducción y Bibliografía de José Luis Gonzálvez  Escobar con el patrocinio de la Diputación Provincial de Soria- 230 pág. ALMAZÁN (SORIA).
    Tomo un párrafo:
   Queremos hacer referencia a las curiosas prácticas quirúrgicas y de profilaxis antiinfecciosa narradas en la "Vida pastoril", tales como la quirúrgica de la "modorra" o "lombriz hidatítica" y del "orzuelo" o "catarata" y la inoculación antivirólica.

    Yo quiero ver a Soria en este capítulo, mientras no se me demuestre lo contrario, evidentemente.  Las referencias son:  1) “Hace tres días que he llegado a la diminuta ciudad: una ciudad donde un tiempo se aposentaron durante una breve temporada Isabel de Castilla y Fernando de Aragón…» (p.295).  2) Hará referencia al bachiller y  canónigo Juan Pérez de Moya nacido en Santisteban del Puerto (Jaén) en 1513, autor del libro nombrado por Azorín (p.198)  Varias historias de santas e ilustres mujeres (Madrid, 1583). 3) Para hacer referencia a las “damas rígidas y duras”  enlutadas castellanas, posiblemente fundadoras de esta diminuta ciudad. 4) Nos dice también (pg. 198) que a la feria populosa [también de ganado] de Medina del Campo [Valladolid], saldrían todos los años caravanas de mercaderes y de caballeros ostentosamente arreados”, por lo tanto esta diminuta ciudad, queda lejos de Medina del Campo, por lo tanto si no es Burgos debería ser Soria.
    Además de lo expuesto, cabe preguntarse por qué Azorín nombra el libro de un soriano como es Manuel del Río Alcalde en este capítulo. Indudablemente para que el lector se haga una asociación de ideas sorianas.  Soria era una provincia  cuya vida económica estaba relacionada con los rebaños de oveja merina y la exportación de lana. No  nombrará directamente a la Soria breve, en parangón con el estilo de Cervantes, cuando renunció a nombrar la patria de Don Quijote "...lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme"…, lo que buscaba Cervantes era participación: “...para dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársela y tenérsela suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero (Quijote, II, cap. 74).  Azorín asegura que se leyó El Quijote, al menos treinta veces.


     Conclusiones.- Si este breve artículo ha servido para unir y recordar a estos dos grandísimos escritores, aunque, solamente un lector llegue hasta aquí, creo que es suficiente satisfacción y creo que habrá valido la pena escribirlo, sobre todo si aporta una mínima luz a la relación Machado-Azorín.




                                                                                  BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
      -AZORÍN.: Castilla,  Edición de Inman Fox, Colección Austral nº 254. Madrid, 1995, “El paisaje en la poesía». Páginas 307-312.
      -GIBSON,Ian.: La vida de Antonio Machado.Ligero de equipaje, Aguilar. 2006
      -Cervantes. Miguel.: El ingenioso hidalgo caballero don Quijote de la Mancha, II Parte.
      -LÓPEZ García, Pedro Ignacio.: Azorín, poeta puro, Inst. Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante. 2005.
      -LOZANO MARCO, Miguel Ángel.: "El cristal y el Espejo. Azorín visto por Antonio Machado". (pp. 231-253) Hoy es siempre todavía. Curso Internacional sobre Antonio Machado Córdoba, 7-11 de noviembre de 2005. Coordinador Jordi Doménech.
       _________________________.: "Antonio Machado Hoy". Acta del Congreso Internacional conmemorativo del cincuentenario de la muerte de Antonio Machado. Ediciones Alfar, Sevilla. 1990.
     -ESTEVE, Francisco.: «Antonio Machado y Miguel Hernández: dos poetas y una misma voz». • Doménech, Jordi (coord.), Hoy es siempre todavía…, Sevilla, Ayuntamiento de Córdoba / Renacimiento, 791 p.
     -MACHADO, Antonio.: Campos de Castilla, edición de Geoffrey Ribbans, Cátedra , nº 10.
     -FERRÁNDIZ Lozano, Jose ý PAYÁ BERNABÉ, José   “Machado y Azorín. Trasfondo literario y político de sus relaciones», (pp. 219-25) edición de MONTERO PADILLA, José y MONTERO Reguera, Lola (coords.), Actas del congreso internacional sobre AM. Vida y obra (Segovia, 6, 7 y 8 de abril de 2000), Segovia, Real Academia de Historia y Arte de San Quirce / Junta de Castilla y León, 322 p.
      -Portal  Abel Martín  dirigido por Jordi Doménech.
      -LOZANO MARCO, Miguel Ángel.: "El cristal y el espejo. Azorín visto por Antonio Machado", Hoy es siempre todavía. Curso Internacional sobre Antonio Machado, Córdoba, 17-11 de noviembre 2005, coordinador Jordi Doménech. Ayuntamiento de Córdoba, Renacimiento, Sevilla, 2006
     

  



                                                                     Revista PERITO (Literario-Artístico)

                                                                                              Alicante, octubre 2006

 

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